Sé que estás ahí
en el recuerdo inerte
como un río inobservable
pero ahí estás…
triturando el tiempo
con golpes metafísicos
o perdonando la distancia
La reflexión ya no cobija
el pudor pre-escolar
inquisitivo
sólo sombras lejanas
nos despiertan las alas
a las horas ahora
Se desploma la plaza de la fe
sin campanas
hora de remendar
nuestro sermón del monte
donde otras aves
tejan nuevos palacios
Seguiremos así…
con el menú invertido
desde mesas distintas
hablándonos callados.